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Certificaciones Sustentables: Un mundo Más Allá de LEED®

LIVING BUILDING CHALLENGE 3.0

CERTIFICACIONES SUSTENTABLES:

UN MUNDO MAS ALLÁ DE LEED®

LEED® es quizás la certificación más respetada y reconocida a nivel mundial en el ámbito de edificios sustentables. Pero, para aquellos que buscan una acreditación alternativa con responsabilidad ambiental en su inmueble, existen otras certificaciones otorgadas por diferentes organizaciones alrededor del mundo con grandes beneficios, tanto para proyectos como para usuarios y el medioambiente. A continuación, presentamos algunas de las que están tomando mayor importancia a nivel global:

Comenzando con el BREEAM® (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology), el más longevo de los métodos de evaluación y acreditación de este tipo, originado en 1990 en el Reino Unido, puede considerarse como un acertado equivalente a LEED. El BREEAM ha repartido más de 7800 certificados, y va más allá de su territorio de origen, contando con un listado de 63 países en los que ha ejercido su jurisdicción sustentable. Obtener una certificación de esta índole es más sencillo que las anteriores, puesto que el organismo es altamente flexible, evaluando edificios desde los que están en etapas tempranas de construcción, ya existentes, y los que buscan hacer una renovación de instalaciones.

Por otro lado, tenemos a Green Building Initiative, organización estadounidense establecida en el 2004 y licenciada para otorgar la certificación denominada como “Green Globes for New Construction and Continual Improvement of Existing Buildings”, basada en el BREEAM, y que como nos da a entender su nombre, puede aplicarse tanto a edificios a punto de comenzar su etapa de construcción (es necesario que los planos ya estén listos), así como también edificios que ya tengan kilometraje acumulado (el proceso varía un poco según sea el caso). Certificarse Green Globes significa pasar por un proceso dinámico e interactivo que comienza con una autoevaluación por parte de la empresa que busca emprender este aval con el fin de ser una herramienta en el manejo del diseño para arquitectos y constructores. Con base en dicho ejercicio reflexivo, se genera una lista de logros y se provee una lista de asesoramiento y estrategias para la obtención de una mejoría en sustentabilidad del inmueble. El asesoramiento consiste en la medición del cumplimiento de seis factores que representan las prácticas sustentables que se pueden optimizar: manejo de proyecto, agua, energía, materiales y recursos, emisiones, y ambiente interior; cada uno tiene un posible marcador máximo, y la suma de estos da un total de 1,000 puntos posibles.

El Living Building Challenge (LBC), creado en el 2006 por la empresa International Living Future Institute® (ILFI), mide el desempeño de edificios ya existentes con al menos un año de funcionamiento, previo a la evaluación con veinte requisitos distribuidos en siete rubros: sitio, agua, salud, materiales, energía, equidad y belleza. En la actualidad, solo hay seis edificios en el mundo que cuentan con el título de “Living Buildings”, debido a la rigurosidad con la que se imparte. El LBC ofrece una “Petal Recognition” a aquellos edificios que hayan solicitado su valoración pero que solo hayan cumplido con al menos tres de los rubros, la cual cuatro edificios en el mundo pueden presumir.

Por cuenta del ILFI®, también corre el Net Zero Energy Building Certification, una subcategoría del LBC que, como su nombre lo indica, legitima edificios cuyo consumo de energía sea cien por ciento igual al de la energía renovable que él mismo produce por medio de tecnologías sustentables. Fue lanzada en el 2011, y busca asegurar que los edificios se apoyen en el sol, viento y tierra para cumplir sus necesidades de energía, teniendo como plazo de escrutinio un año entero para dar un veredicto. Uno de los requerimientos para certificarse con LEED involucra el concepto de cero energía neta, pero es un poco menos estricto que el Net Zero Energy BC en tanto que sólo es necesario cumplir con un alto porcentaje de producción de energía renovable con respecto al que se consume, sin llegar al cien por ciento que demanda el ILFI. Hasta la fecha, hay once edificios que poseen dicha validación.

Por último está el Well Building Standard®, la más reciente certificación de esta índole, desarrollada colaborativamente entre el WELL Building Institute™ y el US Green Building Council® y lanzada en Octubre del 2014. Ésta tiene un enfoque más centrado en perseguir las condiciones óptimas para el bienestar humano dentro de un entorno construido. Tal y como el LBC, su métrica está dividida de manera que se evalúa la calidad de vida en siete categorías: aire, agua, nutrición, luz, salud, confort y mente. Los tres tipos de reconocimiento que el WBS puede dar son Blue, Silver y Gold, determinado por la calificación recibida en las categorías mencionadas.

Existen múltiples alternativas, incluso más allá de las previamente explicadas, pero quizá no tan prominentes como las mencionadas en este artículo y LEED. Cada una de estas certificaciones tiene procesos de evaluación diferentes y puede responder a necesidades específicas, es sólo cuestión de que evaluar qué certificación se acomoda mejor a las necesidades y metas de cada proyecto. Lo que sí cabe recalcar es que contar con una certificación de éstas, las cuales no son mutuamente excluyentes, le da un valor agregado a las empresas que buscan adentrarse más en el terreno de la responsabilidad social, puesto que se traduce a tener un ambiente de trabajo saludable y un genuino interés por marcar la pauta para empresas emergentes con un compromiso con el medio ambiente, haciéndolas más atractivas para proveedores, socios, empleados actuales, prospectos, aspirantes y clientes.

Autor:
Rodrigo Bahena, BCDM Candidate.
Apoyo en Publicidad & Mercadotecnia
Bioconstrucción & Energía Alternativa, SA de CV
rbahena@bioconstruccion.com.mx
Tel. 01(800) BEA LEED

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