Esta etiqueta es otorgada por el International Living Future Institute con la finalidad de crear un lenguaje común para los temas de justicia social y fomentar un cambio en las políticas y prácticas de las organizaciones a nivel global para beneficio de la calidad de vida en los trabajadores.
A un año de haberla obtenido, en Bioconstrucción y Energía Alternativa (BEA) aprendimos 5 valiosas lecciones en esta experiencia:
1.- La importancia de la coherencia entre las acciones internas y externas.
Las prácticas sustentables están relacionadas directamente con la responsabilidad social, por lo que realizar esta evaluación fue un ejercicio de diagnóstico entre la conexión de nuestro discurso de negocio y las prácticas internas con las que la compañía opera. Afortunadamente, obtuvimos los resultados esperados.
2.- Debemos atrevernos a ser agente transformador del mercado.
Generar resultados distintos implica pensar y actuar de manera diferente a la habitual, por lo que apoyar las iniciativas emergentes que provean resultados positivos representa una apuesta hacia la actualización e innovación. En este sentido, nos enorgullece ser la primera empresa del giro en México en obtener el distintivo JUST con la finalidad ser agentes de transformación para generar un cambio en el sector de responsabilidad social en el país.
3.- Los esfuerzos bien encaminados crean grandes sinergias.
El trabajo de responsabilidad social empresarial de BEA inició en el 2010 al incorporarnos al distintivo mexicano Empresa Socialmente Responsable (ESR), mismo que hemos conservado hasta el día de hoy. La primera sinergia se presenta cuando realizamos la documentación de JUST de manera fluida gracias a los esfuerzos y evidencias presentadas para el distintivo ESR. La segunda, se experimenta en el apoyo que esta etiqueta representa para la obtención de las certificaciones WELL y Living Building Challenge, en su modalidad de pétalo, actualmente en proceso para nuestras oficinas centrales.